sábado, 21 de marzo de 2009

La nueva arquitectura del baño


El tránsito fluido entre el dormitorio, el vestidor y el baño en la habitación principal, y a la vez, la frontera rotundamente definida de los tres ambientes, marca la tendencia en el desarrollo conceptual de esta zona de la casa. El componente espacial, su ordenación, su luz y su atmósfera son elementos claves en su diseño.


ESPACIOS BIEN DISTRIBUIDOS
Distribuir un baño a veces se convierte en un rompecabezas. Todo depende del espacio disponible. Se trata de hacer encajar las piezas como si se tratara de un puzzle.

En Línea. Organización en un solo paramento. Está especialmente indicada para baños de planta rectangular y alargada, aprovechando al máximo un único paramento y utilizándolo para integrar en él mobiliario y sanitarios. El resto del espacio queda libre como zona de uso y paso.

En forma de “U”. Perfecta en baños de planta cuadrada o bien rectangular pero muy amplia. En este sistema de distribución se aprovecha al máximo los accesos y las salidas al exterior cuando éstos se ubican en los extremos, dejando libres los frentes. Si se desea alinear bañera o ducha con sanitarios, es conveniente crear algún sistema de separación de ambientes para crear intimidad.

En torno al lavamanos. Si el baño es muy espacioso y posee una planta cuadrada, una distribución muy original es la disposición de un elemento o de un grupo en el centro, situando el resto de piezas en los paramentos laterales. Esta opción es perfecta para situar en la zona protagonista los lavabos por ejemplo. Para ello es necesario optar por un sistema de mobiliario que permita la integración de la grifería. Otra opción es levantar un murete.

Baños en “L”. Esta distribución puede aplicarse tanto a los baños de planta rectangular como cuadrada, creando un gran espacio central. Al ocupar sólo dos paños de pared, permite numerosas opciones, gracias a los metros lineales que ofrece, como por ejemplo dos lavabos en vez de uno o una ducha de obra que sobrepase las dimensiones del plato estándar. La bañera puede colocarse de forma exenta.


LIGEREZA VISUAL
Elementos suspendidos. Si se opta por la diafanidad, jugarán un papel muy importante la ligereza de las piezas utilizadas. Los sanitarios suspendidos liberan la superficie del suelo aportando una mayor sensación de fluidez y, a su vez, facilitando además la limpieza.

Paramentos transparentes. A veces no es posible optar por una opción completamente abierta. En estos casos es posible adoptar soluciones intermedias, como por ejemplo, la utilización de mamparas de vidrio que pueden ayudar a delimitar zonas sin romper la continuidad espacial.

Materiales integrables. La unificación de materiales de revestimiento es fundamental para crear sensación de continuidad. Utilizar gresite tanto en el suelo de la ducha como en el del resto del baño, permite la integración de estos dos espacios sin dibujar límites.

Libertad de movimientos. Cuando el objetivo es liberar espacio, conviene limitar las piezas auxiliares que obstruyen el paso y la comodidad de movimientos. De esta forma se pontenciará la sensación de diafanidad.


UN SPA EN CASA
Relax, sosiego, wellness… El diseño del baño a partir de estos conceptos se está desarrollando cada vez más en las viviendas. Un baño que se plantea como un spa doméstico tiene que aportar algo más que funcionalidad. Son fundamentales el espacio y la luz natural. También son muy importantes la elección del materiales naturales y de gama cromática neutra dominada por el gris, la iluminación del espacio en ausencia de luz natural mediante luz graduable en intensidad y la instalación de la bañera exenta.

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