domingo, 5 de octubre de 2008


NUEVAS FORMAS DE ILUMINACIÓN



Hoy, la luz artificial actúa como una varita mágica capaz de crear espacios que inspiran sensaciones, superando el concepto tradicional. Todo ello sin perder funcionalidad. La transformación de esta parcela del diseño interior es espectacular. Gracias a las nuevas tecnologías es posible crear un nexo entre arte, ciencia e industria.

Ante el desafío de acercar el diseño a las necesidades domésticas, la tecnología potencia su imagen más sostenible y también más dinámica. Se buscan resultados estéticos y efectos lumínicos, pero también la máxima eficacia y una vida más larga para las luminarias. El ahorro energético se confabula con el diseño, la luz se expande e ilumina cada espacio de forma justa, sin excesos.

Una buena iluminación influye en el grado de bienestar que puede ofrecer una estancia. En la vivienda es indispensable un eficaz sistema de iluminación artificial que sustituya adecuadamente la natural. Por un lado, porque se necesitan diferentes fuentes de luz específica sobre zonas concretas: no es lo mismo iluminar la cocina que una zona de paso o el dormitorio. Por otro lado, porque también es importante contar siempre con una luz general agradable, que aporte confort visual a las diferentes estancias.



¿LUZ FRÍA O LUZ CÁLIDA?

Hablar de luz fría o luz cálida es hacerlo, según los expertos en iluminación, de la temperatura de color, es decir, de la tonalidad que ésta aporta al ambiente. Hablar de temperatura de color es hablar del color de la luz dentro de los distintos colores del blanco. Una luz fría es la que tiene un aspecto blanco puro, neutro, mientras que la luz cálida es la de tono amarillento. Las luces frías favorecen la actividad y la energía, mientras que las luces cálidas fomentan la relajación y la sensación de confort. Por ello, la iluminación de la encimera de una cocina, tratada como lugar de trabajo, sería aconsejable que fuera fría, mientras que para la zona de relax debería reservarse una luz cálida que promueva un ambiente de mayor intimidad y tranquilidad.



FUENTES DE LUZ: UNA PARA CADA NECESIDAD

Resistentes al agua. Puede optarse por lámparas fluorescentes protegidas y encapsuladas para zonas de aguas.

Para zonas de trabajo. Los halógenos irradian una luz fría ideal para encimeras o mesas de trabajo.

Lámparas de bajo consumo. Ahorran energía y son ideales para la iluminación general. Son las reinas de la cocina.

Luz oculta. Las regletas sirven para iluminar las el bajo de los armarios altos o el interior de los vestidores.



LOS LED, EN LA CRESTA DE LA OLA

La tecnología LED ha abierto un abanico llenos de posibilidades, incorporándose primero en diseños exclusivos y ahora a través de producciones en serie que forman ya parte de nuestra vida cotidiana. Acaparan las propuestas más innovadoras de iluminación técnica y decorativa. Sus ventajas técnicas son indudables: larga vida, mínimo consumo, gran eficiencia lumínica y bajos costes de mantenimiento son sus señas de identidad. Lo último en llegar es la tecnología OLED, LED orgánico en lugar de múltiples puntos de luz presentan una superficie luminosa homogénea.



LA LUZ EN EL ENTORNO DE LA CASA

Las posibilidades prácticas y decorativas de la iluminación de terrazas y jardines son muy variadas. El tratamiento de la luz artificial en estos espacios, no sólo cumple la función práctica de iluminar zonas de paso, sino que también permite recrear ambientes y reforzar la personalidad arquitectónica de la vivienda. Con una elección y ubicación adecuadas de las luminarias externas contribuiremos a prolongar el espacio interior de la casa, dando lugar a un conjunto armónico y equilibrado. Todo ello sin olvidar las especiales características de seguridad y resistencia a la intemperie que requiere la iluminación en un entorno abierto.

Alumbrar y decorar. La iluminación exterior debe cumplir dos funciones primordiales: permitir una circulación segura y crear un efecto decorativo acorde con el estilo arquitectónico de la vivienda.

El efecto de luna. Consiste en emular, mediante luces de bajo voltaje ocultas entre la vegetación, una iluminación similar a la de la luna llena. De de este modo se consiguen entornos ajardinados más naturales y atractivos.

Personalizar detalles. Determinados elementos del jardín pueden destacarse con una iluminación puntual. Los árboles altos, por ejemplo, ganan presencia con uan luz proyectada desde abajo con focos situados cerca del tronco.

Luces inteligentes. Existen luminarias dotadas con sensores fotoeléctricos, que se activan de forma automática ante la falta de luz solar, o con sensores infrarrojos, que se encienden cuando detectan el paso de personas.

1 comentario:

Adriana dijo...

Guapa, no sabia que tenias también un blog :P
besooooooos